C/ Virgen de Belén 16, MADRID
Inauguración : 16 de Enero a las 20:00 h.
En el recorrido que une la
Ciudad de Erfoud con la de Rissani, en la región marroquí del Tafilalet, se
encuentran diseminados alrededor de medio centenar de kasbahs y ksars habitados
por gente hospitalaria, pero que mira con recelo a los extranjeros que se
acercan por allí, sobre todo si llevan una cámara en la mano . Algunas de estas
fortificaciones son de gran tamaño, como
la Kasbah Maddid, cuyo conjunto arquitectónico está compuesto por cuatro barrios
separados por murallas en el interior de los cuales se desarrolla la vida, a
veces en oscuros callejones a los que apenas llega luz del sol por una especie
de tragaluces y otras en las plazas públicas, en las que sus habitantes se reúnen
al atardecer. Otros ksars, en cambio, son mucho más reducidos y están habitados tan sólo por unas pocas
familias.
Sin más riqueza que la que
produce el palmeral y una agricultura de subsistencia, típica de las zonas en
las que la falta de agua ha desertizado y arañado la tierra, los hombres emigran a las grandes ciudades en busca
de trabajo, mientras las mujeres, los niños y los ancianos permanecen en sus
hogares. Los juegos y las risas de los más jóvenes pueden oírse constantemente
en sus calles ya que dado que en general, las escuelas no tienen capacidad suficiente
para todos los niños, el curso escolar se desarrolla por turnos.
El paisaje se debate entre
la belleza del palmeral y la desertización más profunda, que va ganando terreno
a pasos agigantados. Según la época del año el sol puede llegar a ser abrasador
y a veces se mastica la arena. Para los que llegamos de fuera es curioso
observar la convivencia entre la tecnología de los teléfonos móviles, las
antenas parabólicas o los quads que circulan por las carreteras camino de las
dunas, por ejemplo, con un transporte tradicional y arcaico como son los carros
tirados por burros que se desplazan entre las kasbahs o desde éstas a las ciudades,
o con la falta de agua corriente en el interior de las casas.
Todo eso y mucho más es lo
que se pretende mostrar en esta exposición en la que cuatro miradas convergen
para, cada una a su manera pero de un modo coral, tratar de entender un país
que estando tan cerca, está a la vez tan alejado de nuestras costumbres.
Este proyecto ha sido
realizado por José Arellano, Javier Alonso, Víctor Herráez y
Conchita Meléndez, todos ellos miembros de la Asociación Círculo Fotográfico
Man RAy, quienes viajaron a la zona en la primavera del 2013 para tratar de
documentar la forma de vida cotidiana de los habitantes de las kasbahs.
© Victor Herráez
© Jose Arellano
© Javier Alonso
© Conchita Meléndez
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