Plaza de la Independencia 4 (Puerta de Alcalá)
MADRID
Del 4 al 11 de Noviembre del 2014
Hay quien mira y hay quien es mirado, aunque en la vida común todos miramos y somos mirados, sin caer en la cuenta de que existe un goce especial cuando se elige posición. No se trata del gusto por exhibirse o hacerse visible que presentan algunas personas, sino del gusto por ser conocido (o conocer).
Se sabe poco de la mirada a pesar de saber mucho del ojo. Ese órgano que, diría un materialista o un ingenuo, es el órgano que sirve para ver. Y no es que no sirva para ello, pero sirve para otras cosas que usualmente no contabilizamos entre sus funciones. El ojo sirve para mirar y para ver si alguien nos mira. El ojo es una lente, sí, pero también es un espejo. De manera que al verbo “ver” hay que añadirle otro infinitivo “mirar”. Hasta un ciego sabe mirar, si bien no puede ver.
Sucede que percatarse de algo es bien distinto a saber o conocer algo, son funciones disociadas. Podemos ver y mirar cosas distintas. Podemos mirar sin ser vistos (espiar), podemos ser mirados (sin percatarnos de ello). Más que eso: podemos tener la sensación ilusoria de que nos miran sin que, en realidad, nadie lo haga.
Hechizos y miradas Francisco Traver Torras
La inauguración tendrá lugar el martes día 14 a partir de las 20:30.
Además, de las fotografías expuestas, se proyectará La Mirada Inadvertida, audiovisual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario