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miércoles, 17 de diciembre de 2014

RAÚL URBINA. ELEGÍAS FOTOGRÁFICAS.

LA TACHÉ Gallery
Consell del Cent, 292  BARCELONA
Del 18 de Diciembre del 2014 al 31 de Enero del 2015


La Taché Gallery se complace en presentar la primera exposición individual
del fotógrafo raúl urbina (madrid, 1978) en la galería así como en la ciudad de
barcelona.

La muestra presenta fotografías de diversas series: “Huéspedes de la memoria”
2014, “Chicago, impediré que el viento salga” (2008-2013), “No ticket no exit”
(2000-2013) y “Elegías fotográficas” (2014) - serie, esta última, que da título a
la exposición-. al reunir tal variedad de trabajos, la muestra “elegías
fotográficas” nos permite iniciarnos y a la vez ahondar en el trabajo de Urbina,
un trabajo marcado por una determinada concepción de lo fotográfico como
herramienta narrativa para contar la historia o las historias. de espíritu
rastreador, Urbina indaga y discurre por el entorno que habita y atrapa en sus
instantáneas historias características del mundo que le rodea. desplegando
una narrativa marcadamente poética en la línea de algunos clásicos de la
fotografía de la segunda mitad del siglo xx, Urbina cree firmemente en la
cualidad inductiva de las imágenes y, por ello, considera la fotografía como
una gran aliada de las fuentes escritas. como dijera Didi-Huberman, las
imágenes atesoran para Urbina la capacidad de desvelar, en cierto modo, lo
real.


“Huéspedes de la memoria” gira entorno a conceptos como la memoria, la
tierra o la identidad y podría ser perfectamente el retrato de esa Sicilia que
tan magistralmente describió Giuseppe Tomaso di Lampedusa en “El
Gatopardo.”


Las fotografías de la serie “Chicago, impediré que el viento salga” manejan,
sin embargo, otros códigos y escenarios -fundamentalmente la ciudad y los
suburbios- demostrando el manejo de Urbina con las diferentes naturalezas
de lo retratado y su versatilidad como fotógrafo. Ambas series se articulan
entre el paisaje y el retrato y contrastan con el trabajo “No ticket No exit”, donde  prácticamente desaparece la figura humana y urbina se aproxima a una cierta abstracción. Las instantáneas de esta serie fueron tomadas en zonas de
acceso limitado de diferentes aeropuertos españoles. finalmente, con el proyecto “Elegías fotográficas” Urbina da un giro hacia la fotografía en su
dimensión más objetual al presentarnos 7 pequeños “tomos” que muestran por
un lado una fotografía y por el otro un texto picado a máquina sobre papel de
algodón. con este pequeño gesto, urbina parece situarse en una línea de cruce
entre lo fotográfico, lo escultórico y lo literario, activando así multitud de
correspondencias. Al fin, todo ello no es sino una reflexión sobre las formas
de mostrar la obra fotográfica y una búsqueda de nuevos formatos próximos
a la idea del libro de autor y la pieza museable.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Pablo Genovés "El ruido y la furia"



Exposición comisariada por Alicia Murría
Sala Canal de Isabel II (C/ Santa Engracia, 125, Madrid)
Del 16 de diciembre de 2014 al 22 de marzo de 2015


Bajo el título "El ruido y la furia", Pablo Genovés mostrará una selección de sus trabajos, realizados desde 2008 hasta la actualidad, en la Sala Canal de Isabel II (C/ Santa Engracia, 125, Madrid), del 16 de diciembre de 2014 al 22 de marzo de 2015. La inauguración tendrá lugar el lunes 15 a las 20hLa muestra, organizada por la Comunidad de Madrid y comisariada por Alicia Murría, está compuesta por 38 obras fotográficas y un vídeo.
            Las fotografías seleccionadas pertenecen a tres de las series más significativas de su producción entre 2008 y 2014: Precipitados, en la que espacios emblemáticos de la cultura occidental son invadidos por elementos naturales fuera de control; Cronología del ruido, que indaga en un estadio posterior a la devastación y, por último, Antropoceno, en la que las ramificaciones de una naturaleza impredecible velan los espacios hasta cerrarlos a la mirada del espectador. Las imágenes de Genovés conmemoran el final de nuestra época y de sus símbolos. También el final de un modo de representación.
            El potente corpus que conforma “El ruido y la furia” se completa con la pieza audiovisual Otro día, otro lugar, que supone la primera incursión del artista en este formato y que se ha realizado expresamente para esta muestra. La progresión temporal, inherente al soporte vídeo, sumerge al espectador en el interior de la obra. En la lejanía progresiva de la imagen observada, la mirada experimenta una nueva profundidad.
            En el proceso de creación de sus imágenes, Genovés “se apropia” de estampas antiguas y fotografías encontradas en mercados y anticuarios de toda Europa. La mayor parte de ellas pertenecen al primer tercio del siglo XX. Posteriormente, son combinadas con otras imágenes (apropiadas y originales) mediante técnicas digitales, resignificándolas. Mediante la tensión de los tiempos, el artista es capaz de documentar retrospectivamente lo que aún no ha sucedido. 
            En la oposición de imágenes contradictorias, Genovés genera narraciones suspendidas, instantes de decisión: recuperar lo que hemos perdido o comenzar de nuevo. Desde una mirada teñida de melancolía, alerta sobre la fragilidad e inconsistencia de lo que creemos inamovible. Sus imágenes construyen la topografía de una civilización que se desmorona y, a la vez, la existencia de lo nuevo, despertando entre las ruinas.
Pablo Genovés
            Nacido en Madrid en 1959, Pablo Genovés se formó en Londres (Photographer´s Club, Camera Work Center of Photography, Camdem Arts Center) y en el Art Students League de Nueva York. Es uno de los artistas españoles de mayor proyección internacional. Su obra forma parte de destacadas colecciones privadas
 












ALVIN LANGDON COBURN

FUNDACIÓN MAPFRE 
Bárbara de Braganza, 13  MADRID


Del 13 de Diciembre del 2014 al 8 de Febrero del 2015



Ayer sábado abrió sus puertas al público la nueva exposición de la Fundación Mapfre en su sede de Bárbara de Braganza. La muestra será la última de un año en el que han estado presentes otras grandes figuras de la fotografía, como Vanesa Winship que inauguró la sala en Mayo de este año o la recién terminada de Stephen Shore.

En esta ocasión la Fundación ha optado por un fotógrafo no demasiado conocido por el público pero que sin embargo tiene una gran importancia en la historia de la fotografía moderna ya que podría considerarse como uno de los pioneros en el manejo y dominio de determinadas técnicas de laboratorio y también porque supo imponer sus propios arquetipos, huyendo de unos principios largo tiempo establecidos.

Pictorialista, simbolista y sin embargo innovador, Alvin Langdon Coburn fue uno de los fotógrafos más destacados del cambio de siglo. Su trayectoria artística, influida por Alfred Stieglitz y Gertrude Käsebier, dos de las más importantes figuras de la fotografía de su generación, se sitúa en la confluencia del pictorialismo de finales del siglo XIX y fotografía de vanguardia de principios del siglo pasado.

Su participación en el grupo Photo-Secession en 1902 y en la hermandad fotográfica británica Linked Ring, apenas un año después, le permitió establecer sólidos lazos con el mundo artístico de la época, tanto en Europa como en Estados Unidos. Sin embargo, a diferencia de los miembros de ambos grupos, que se especializaron en retratos, desnudos y paisajes más característicos de la fotografía pictorialista, Coburn se dedicó a retratar el paisaje industrial y urbano. Su interés por la ciudad, la maquinaria industrial y las zonas portuarias tan asociadas a las grandes urbes, le llevó a experimentar con puntos de vista y perspectivas poco frecuentes para la época con las que se adelantaba en una década a los encuadres característicos de la Nueva Objetividad.

Por otro lado, Coburn fue un innovador en el campo de las técnicas fotográficas. Su dominio de los procesos de positivado, especialmente a la goma bicromatada, a la goma-platino o del fotograbado, entre otros, le permitió dotar a cada una de sus obras de una individualidad propia y elegir en cada caso el proceso más afín al resultado que deseaba obtener.

Sin embargo, a pesar del papel fundamental que ha desempeñado en la génesis de la fotografía vanguardista y de haber producido una fructífera –aunque relativamente corta- obra fotográfica, Coburn sigue siendo uno de los artistas menos conocidos de su generación. El principal motivo es que, si bien nunca renunció totalmente a la práctica fotográfica, desde 1917, cuando abandona Londres huyendo de la Gran Guerra, se fue distanciando progresivamente de la fotografía para, recluido en el norte de Gales, alcanzar la regeneración espiritual a través de la religión.

Esta exposición ofrece una selección de 180 fotografías –en su mayor parte vintage- que dejan constancia de la tenacidad y coherencia de su evolución creativa: desde sus retratos de destacadas figuras del pensamiento y la creación del siglo XX, hasta sus fotografías de paisajes urbanos e industriales de Nueva York o Pittsburgh de perspectivas poco convencionales, o sus extraordinarios paisajes naturales del Gran Cañón o Yosemite. Asimismo, completan la muestra sus atrevidas vortografías creadas a partir de formas cubistas, sin duda una de sus principales aportaciones al terreno vanguardista de su época.

Entre las instituciones que han colaborado generosamente para la realización de esta exposición, destacan la George Eastman House de Rochester y el National Media Museum de Bradford, cuyas colecciones de obras de Coburn son sin duda las más importantes del mundo. Asimismo, están presentes otras principales obras provenientes del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Museum of Modern Art de Nueva York y la Galería 31 Studio, así como una importante colección particular de Nueva York. Es, por tanto, la primera ocasión en que se reunirán sus fotografías más importantes procedentes de diferentes colecciones.



La exposición fue presentada en rueda de prensa por Pablo Jímenez Burillo, director del Área de Cultura de la Fundación Mapfre y Pamela Glasson Roberts, comisaria de la muestra y que lleva investigando la vida y la obra de Coburn desde 1972, año en que empezó a trabajar para la Real Sociedad Fotográfica de Londres y de un modo mucho más intenso desde que abandonará su puesto hace 12 años, lo cual, sin duda, la convierte posiblemente en la persona que mejor concoce al autor.



El recorrido de la exposición, organizado de modo cronológico, se estructura en diez ámbitos temáticos que examinan la amplia gama de facetas creativas que han dado forma a su trayectoria fotográfica y abarca desde sus primeras fotografías realizadas entre los años 1900 a 1905, hasta sus últimos trabajos, en los que después de experimentar en 1917 con las fotografías vorticistas, intentó hacer vortografías de la vida real capturando vigas de hierro y acero, a partir de 1919, momento en que empezó a fotografiar el edificio de la catedral anglicana de Liverpool (en construcción desde 1904 hasta 1978). Coburn denominó a estas fotografías de elevada estructura “prototipos de vortografía”.



Con motivo de la exposición FUNDACIÓN MAPFRE ha editado un catálogo en español e inglés que constituirá una publicación de referencia sobre la obra de Alvin Langdon Coburn. Además de la reproducción de 180 fotografías que recorren su trayectoria fotográfica, el catálogo contiene un texto de Pamela Glasson Roberts, comisaria de la exposición, y un atlas técnico a cargo de Anne Cartier Bresson, Directora de ARCP (Atelier de Restauratión et de Conservation de la Ville de Paris) que pone de relieve las repercusiones estéticas que tuvieron las preferencias técnicas del artista. El catálogo se completa con una cronología de la fotógrafa y una bibliografía.