Plaza de las Cigarreras, 1
20012 Donostia/San Sebastián Del 7 de Abril al 2 de Julio de 2017
La sala Artegunea de San Sebastián acoge Gente del Po, una propuesta de
la fotógrafa Begoña Zubero que busca un acercamiento entre personal y
documental al paisaje natural y humano en torno al río Po en Italia. La muestra,
comisariada por Enrique Martínez Lombó, se compone de 94 fotografías
positivadas en soportes variables y pertenecientes a 3 series (Le sponde, Le
capanne y Paesaggio industriale), además de un ejemplar de la revista Cinema nº
68, una cabaña, y dos vídeo-instalaciones (Dal Ponte y Pontelagoscuro). La
exposición estará abierta del 7 de abril al 2 de julio de 2017
La serie que ahora presenta
Begoña Zubero es el resultado de sus últimos cuatro años de residencia en
Italia. Un proyecto que surgió tras el descubrimiento de la faceta de Michelangelo
Antonioni como fotógrafo gracias a las imágenes que acompañan a su artículo Per
un film sul fiume Po, publicado en 1939 en la mítica revista Cinema. En él se
preguntaba si la manera de regresar a la topografía física y humana del río que
había pertenecido al paisaje de su juventud debía ser a través del documental o
la ficción. Zubero retoma esta idea por medio de una aproximación fotográfica a
los espacios explorados por Antonioni, lo que ha dado como resultado un
complejo universo visual en el que el paisaje cobra protagonismo a través de la
fotografía, escultura, video e instalación.
La instalación Dal Ponte, por
ejemplo, traspasa conceptualmente la idea de fotografía al incorporar
sutilmente el movimiento, la corriente, el curso, en una instalación a pantalla
doble que muestra dos planos secuencia estáticos con gran profundidad de campo
de claras alusiones cinematográficas. Es la pieza con referencias más claras a
la figura de Antonioni al incorporar una voz masculina que recita el texto “Per
un film sul fiume Po”. La muestra se
competa, asimismo, con una cabaña a tamaño natural, que viene a completar la
serie Le capanne, y es que la cualidad escultórica de estas construcciones
llevó a Zubero a la concepción de esta pieza exenta, en colaboración con la
escultora Begoña Goyenetxea
En cuanto a la visión del paisaje
en la obra de Zubero, puede entenderse como una ruptura con su trabajo
anterior, lo es sólo en su vertiente formal, ya que la idea que subyace es la
misma en la que ya había trabajado con anterioridad en su proyecto Existenz, un
recorrido por la arquitectura de poder de los regímenes totalitarios europeos
del siglo XX, en el que explora la importancia de la idea del registro y la
memoria.
Ahora ya no lo hace por medio de
las monumentales construcciones sino a través de imágenes en las que la
naturaleza y el río cobran protagonismo, convirtiéndose en depositarios de la
identidad, memoria e imaginación de la colectividad.
La ausencia de la figura humana
no es impedimento para que la épica de la vida cotidiana se haga presente en
las fotografías de Begoña Zubero a través de los testigos que la actividad
antrópica deja en el medio natural, desde las autoconstruidas cabañas de
pescadores hasta las chimeneas protagonistas de los paisajes industriales.
La interesante tensión que se
genera entre la voluntad estético-pictórica, que no pictorialista, que asume la
concepción clásica del paisaje como exponente del arte de la contemplación, y
el terreno más expansivo y postconceptual del arte contemporáneo, que se
incorporó a la fotografía de paisaje en Estados Unidos a partir del movimiento
New Topographics de mediados de la década de los setenta (y que en Europa
tendría su máxima expresión en la Escuela de Düsseldorf), aporta interés y
complejidad a este trabajo, abriendo nuevos caminos para futuras
investigaciones.
Biografía de Begoña Zubero
Begoña Zubero (Bilbao, 1962) se
formó como fotógrafa en Madrid (Universidad Complutense) y Nueva York (School
of Visual Arts), donde vivió y trabajó durante cuatro años. Actualmente vive y
trabaja en Bilbao.
Desde sus primeros proyectos ha
desarrollado una fotografía de tesis de impecable factura técnica, formal y
estética, en la que la documentación e investigación le han permitido elaborar
unas imágenes de gran calado intelectual.
Tras su etapa neoyorquina, en la
que aún la vemos probando diferentes lenguajes, en los años 90 trabaja los
bodegones, encontrados o montados, en los
que manifiesta ya las enormes posibilidades de hablar de lo humano a través de
los objetos, sin mostrar las personas. Esta será una característica que
reaparece precisamente en la exposición Gente del Po, en la que Zubero muestra
su particular habilidad para contar sin mostrar explícitamente, aproximándose a
los objetos y los lugares con una enorme sensibilidad.
En series anteriores ha trabajado
temas como las Flores, o Abstracciones, pero desde el año 2000, en que
participa en el proyecto 7x7x7 para la conmemoración del setecientos
aniversario de la fundación de Bilbao, se mueve en espacios abiertos:. Roma,
Berlín, Polonia, Rusia, Armenia, y ahora el río Po.
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