Av. del Zinc, s/n. Avilés, ASTURIAS
Del 21 de Abril al 25 de Junio de 2017
Las escenas inventadas y llevadas
a cabo por Gilbert Garcin son aparentemente simples. Los medios utilizados son:
una mesa como escenario, imágenes recortadas, algunos accesorios y un proyector
de diapositivas... más la elaboración, pero es lo de menos, viendo las
resonancias que despiertan en nosotros. Con veinte años de creación artística,
Gilbert Garcin ha mantenido cerca de 260 imágenes, o un promedio de
aproximadamente trece por año. Es mucho trabajo para llegar a la sencillez
esencial de estas pequeñas fábulas, parábolas, aforismos, como se quiera... Su
éxito es impresionante y trasciende fronteras. El éxito de Gilbert Garcin desde
su primera —y tardía— exposición en 1993 parece un viaje milagroso a partir de
2013 con una retrospectiva en los Rencontres d’Arles.
Sus mejores creaciones combinan
forma y contenido, impacto visual y la pertinencia de la metáfora. Por ejemplo,
Cambiar el mundo que muestra a Garcin agarrando y deshaciendo la trama del
determinismo, representada por un lazo negro que se extiende indefinidamente
por el suelo. La imagen es hermosa y lleva la marca del humor de un personaje
de Tati, alterando el mundo mediante una acción pequeña pero concentrada y
obstinada sobre un "detalle" que trasciende decisivo.
Las escenas inventadas y llevadas
a cabo por Gilbert Garcin son aparentemente simples. Los medios utilizados son:
una mesa como escenario, imágenes recortadas, algunos accesorios y un proyector
de diapositivas... más la elaboración, pero es lo de menos, viendo las
resonancias que despiertan en nosotros. Con veinte años de creación artística,
Gilbert Garcin ha mantenido cerca de 260 imágenes, o un promedio de
aproximadamente trece por año. Es mucho trabajo para llegar a la sencillez
esencial de estas pequeñas fábulas, parábolas, aforismos, como se quiera... Su
éxito es impresionante y trasciende fronteras. El éxito de Gilbert Garcin desde
su primera —y tardía— exposición en 1993 parece un viaje milagroso a partir de
2013 con una retrospectiva en los Rencontres d’Arles.
Sus mejores creaciones combinan
forma y contenido, impacto visual y la pertinencia de la metáfora. Por ejemplo,
Cambiar el mundo que muestra a Garcin agarrando y deshaciendo la trama del
determinismo, representada por un lazo negro que se extiende indefinidamente
por el suelo. La imagen es hermosa y lleva la marca del humor de un personaje
de Tati, alterando el mundo mediante una acción pequeña pero concentrada y
obstinada sobre un "detalle" que trasciende decisivo.
Pero otras mantienen una parte de
misterio. Es precisamente lo que da la esencia. ¿Cómo interpretar El corazón de
la diana? Por intuición, se percibe el humor. Un poco absurdo. Pero el encanto
radica en los caminos que abre a la imaginación de varias lecturas.
Otro ejemplo de la rica paleta de
Garcin, entre palabra e imagen: El peligro de las imágenes llama la atención en
su complejidad visual y la disposición surrealista, laberíntica, de su
interpretación, mientras que El amo del mundo es de una sorprendente
simplicidad e ilustra sin ambigüedad la expresión "tirar de las
cuerdas".
Es en este intervalo entre la
evidencia y el enigma en el que juega Gilbert Garcin. Y también destaca hasta
qué punto sus imágenes son inseparables de la palabra. La importancia del
título.
Un buen número de imágenes —casi
la cuarta parte— “tratan” de la pareja: La vida por delante, La unión, Tener
razón, El contrato de boda, El equilibrio perfecto, Divergencia... Gilbert
Garcin se expone en sus imágenes, a través de su personaje recortado, protagonista
principal de sus historias... por lo tanto, su creación ha invadido poco a poco
su día a día, era natural que su esposa Monique se incorporase al escenario.
Una de las principales fuentes de las imágenes de Garcin es también el
contraste creado por la banalidad de la pareja normal y la apariencia
fantástica, surrealista, de las situaciones en la que ellos se sumergen.
Algunas escenas finalmente se
aproximan a una forma de autobiografía. Dejando a un lado los aforismos y la
declaración de principios, parecen más bien ilustrar un estado de ánimo, un
sentimiento, y el personaje de Mister G es de repente dotado de humanidad.
Así como su silueta rechoncha
caminando en la noche entre los castillos de arena derruidos (En la playa,
1998), y también, la realizada después de la muerte de Monique, Sólo, 2012.
Esta exposición reúne ochenta
fotografías. Esta es una elección subjetiva que abarca veinte años de creación.
FUENTE: Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer
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