CA2M CENTRO DE ARTE DOS DE MAYO
Avda. de la Constitución, 23 (Mostoles) MADRID
Del 30 de Junio al 22 de Octubre
© Miguel Trillo. Londres, 100 Club (Fotocopias)
El próximo jueves 29 de junio, será
la inauguración de las dos nuevas exposiciones del CA2M: "Miguel Trillo.
Doble exposición" y "Allan Kaprow. Comfort Zones. Junio 1975",
que junto con la muestra "Espacio P. 1981 – 1997", suponen una completa
revisión del arte madrileño de los años 80 y 90. La exposición podrá visitarse
hasta el 22 de Octubre.
"Miguel Trillo. Doble
exposición" revisita las dos primeras muestras individuales del artista:
"Pop Purrí. Dos años de música pop en Madrid", en la Galería Ovidio
(1982), y "Fotocopias. Madrid-London", en la Sala Amadís (1983). El
proyecto pretende reflexionar acerca de los displays que Trillo utilizó para
mostrar sus trabajos, alejados de los modos más convencionales en que la
fotografía se exponía en los escasos espacios que le daban cobijo a principios
de los años ochenta.
© Miguel Trillo. Jaime (Gabinete Caligari) Pop Purrí
© Miguel Trillo. Olvido (Alaska y Los Pegamoides) Pop Purrí
© Miguel Trillo. Juan Ignacio (Los Elegantes) Pop Purrí
© Miguel Trillo. Santiago (Radio Futura) Pop Purrí
La obra de Trillo emergió en un
momento clave para el desarrollo de una nueva cultura fotográfica en Madrid, en
unos años en que puede rastrearse una interesante dialéctica entre dos ámbitos
discursivos complementarios: la pared de las salas de arte, que empezaban a
albergar fotografía, y la página impresa de ciertas revistas y, especialmente,
de los fanzines Rockocó, que el artista editó entre 1981 y 1985. Desde sus
primeras fotografías de conciertos, en 1978, hasta mediados de los ochenta, Trillo
exploró de manera sistemática las estéticas musicales —mod, rockers, punks,
heavies— que poblaban las calles de Londres —ciudad que visitó en varias
ocasiones entre 1980 y 1984— y Madrid.
Esta exposición pretende
recontextualizar los primeros trabajos de Miguel Trillo en el marco de la
historia de la fotografía reciente y en su relación con las subculturas de los
ochenta. Miguel Trillo (Jimena de la Frontera, Cádiz, 1953) ha documentado la
evolución de las estéticas subculturales desde finales de los años setenta,
fecha en la que comenzó a retratar a jóvenes en conciertos, fiestas y
discotecas, hasta nuestros días. Su obra presenta un retrato colectivo de una
sociedad en proceso de transformación. Sus fotografías han sido incluidas en
las publicaciones españolas más innovadoras del último cuarto de siglo y
expuestas en importantes museos y centros nacionales e internacionales como el
Círculo de Bellas Artes de Madrid, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de
Sevilla, la Sala Canal de Isabel II de Madrid, el MACBA de Barcelona, el
Metropolitan Museum of Photography de Tokio y el Carroussel du Louvre de París.
El Museo Reina Sofía ha incluido su fanzine Rockocó y fotos de principios de
los ochenta en la Colección 3: De la revuelta a la posmodernidad (1962-1982), y
el CA2M cuenta con treinta y cinco de sus obras en su colección.
© Miguel Trillo. Londres, Great Gear Market (Fotocopias)
© Miguel Trillo. Londres, Leicester Square (Fotocopias)
© Miguel Trillo. Londres, King's Road (Fotocopias)
Con motivo de la exposición, se
publicará un catálogo con textos de Juan Albarrán, José Manuel Costa, Olga
Fernández López, Sara Fernández Miguélez, Amparo Lasén y Miguel Trillo, diseñado
por Carlos T Mori.
© Allan Kaprow. Confort Zones
"Comfort Zones" es el
nombre del happening que Allan Kaprow realizó en junio de 1975, hace
exactamente 42 años, en la Galería Vandrés de Madrid. El acto consistió en ocho
protocolos para parejas, mostrados en un momento en el que la expresión de la
intimidad todavía permanecía coartada por un régimen autoritario.
La muestra que presenta el CA2M y
que podrá visitarse hasta el 15 de Octubre, rescata este capítulo fundamental
de la historia de las galerías madrileñas, que contribuyó a la normalización de
la innovación en el campo del arte contemporáneo. La exposición reconstruye, a
partir de esta anécdota aparentemente menor, la historia del riesgo y la
sincronización internacional del mercado del arte español, en un tiempo
sociopolítico convulso marcado por el ocaso del régimen franquista.
© Allan Kaprow. Confort Zones
En Madrid, la Galería Vandrés
−dirigida por Fernando Vijande, Gloria Kirby y Marisa Torrente− era uno de los
lugares de encuentro de artistas, poetas, músicos, coleccionistas y empresarios
del momento. Otras galerías de arte como Buades, Egam, Edurne y Sen, a las que
habían inspirado las más veteranas Juana Mordó, Biosca y Theo, jugaron en los
años setenta y luego en los ochenta, un papel fundamental a la hora de abrir la
cultura a nuevas disciplinas y formatos. Era una década de experimentación y
las tendencias creativas pasaban por una reformulación en sus conceptos. Pero
la Galería Vandrés destacaba por su capacidad de generar atención: en 1973, la
policía había clausurado en esta sala la exposición homenaje a Picasso La
Paloma, en la que Alfredo Alcaín exponía un maniquí desnudo; la muestra se
volvió a abrir a los pocos días, después de que al maniquí se le pusieran unas
bragas.
Fernando Vijande −primero desde
Vandrés y luego desde su galería homónima, donde organizaría la mítica exposición
de Andy Warhol en 1983− asumió la interdisciplinariedad característica de esos
años con un perfil internacional. En España, las disciplinas performativas se
fraguaron alrededor del grupo ZAJ y de artistas vinculados al Centro de
Cálculo, como Yturralde o Alexanco. En esa tradición incipiente, Vijande
organizó en Vandrés performances de Charlotte Moorman o Michael Buthe, junto
con muestras de sus artistas nacionales.
© Allan Kaprow. Confort Zones
En 1975, Vijande invitó a Allan
Kaprow a desarrollar un happening para la galería. De esa propuesta nace
Comfort Zones, que se realizó los días 10 y 11 del mes de junio. El título
alude a las burbujas espaciales e invisibles que creamos inconscientemente
alrededor de nuestro cuerpo en relación a los otros, y a la posición que este establece
a la hora de delimitar las fronteras de nuestras zonas de confort.
Aunque fueron siete parejas las
que interpretaron el happening, la película Comfort Zones, transferida a
formato digital, solo retrata la actividad llevada a cabo por dos performers:
los componentes del grupo Body, Mario Costas y Esther Llorden, un colectivo de
performance habitual de la Galería Vandrés, en el que también participaba como
miembro activo el hoy comisario y crítico de arte contemporáneo Mariano
Navarro, que en esa ocasión actuó como asistente de cámara del fotógrafo que
filmó la película, David Seaton, pintor y también colaborador habitual de la
galería.
En Comfort Zones los factores
temporal y espacial jugaban un papel determinante en la acción: la palabra
clave now (ahora), pronunciada alternativamente por cada uno de los miembros de
la pareja en distintas situaciones y escenarios, establecía el momento donde
cada uno alcanzaba esa zona de confort.
© Allan Kaprow. Confort Zones
El material de archivo de la
época articula la exposición que ahora podemos ver en el CA2M: algunas
proyecciones y audios, los activity booklets (cuadernos de actividad) reunidos
en aquella muestra y la maqueta original e inédita del cuaderno que acompañó a
Comfort Zones, con las indicaciones del artista y sus fotografías originales
–reeditado en facsímil para esta ocasión-.
A este material se añaden algunos
activity booklets presentes en el archivo de la Galería Vandrés: libros de
instrucciones con los que acompañaban sus happenings los performers, siempre en
la idea que empieza a arraigar en los años setenta –con figuras como Joseph
Beuys− de que el artista se disuelve en el público. Entre ellos: Rates of
Exchange (Índices de intercambio), realizado en 1975 en Nueva York, que muestra
otra cara del estudio de las relaciones de pareja, la del ámbito privado, a
través de una conversación coreografiada por medio de un magnetófono; Match,
que versa sobre el tiempo, en un juego de palabras entre los dos significados
de su título en inglés: cerilla y pareja; Air Condition (1975), que tiene la
particularidad de ser una de las pocas piezas de Kaprow concebida para un solo
individuo (en su cuaderno de actividad puede leerse: «Tratar el cuerpo como el
escenario de los fenómenos físicos es realmente un modo de percibirse a uno
mismo»); o Routine, en la que observamos uno de los temas recurrentes en su
obra: «…la gente se dedica a mirarse a sí misma en el espejo de los otros».
También aquí hace una reflexión sobre el papel que juega la fotografía en su
obra: «Las fotos no son un documento de la acción. La convierten en ficción.
Fueron hechas y montadas para ilustrar un marco de movimientos sobre el que se
puede basar una acción o conjunto de acciones». Es decir, son también
instrucciones, lo que está muy ligado a su concepto de reinvención, término con
el que designa las repeticiones de sus happenings.
© Allan Kaprow. Confort Zones
La exposición se completa con un
cuaderno de actividad posterior a la muestra, Maneuvers (1976) –donde hace un
guiño a la pintura al citar a Baudelaire cuando escribe sobre su amigo Delacroix–
y con un documento fundamental: Days Off. A Calendar of Happenings (Días
libres. Un calendario de acontecimientos) de 1970; un calendario que documenta
diferentes acciones realizadas sin motivo aparente, llevadas a cabo durante ese
año, y en las que participan los amigos artistas y estudiantes de arte de
Kaprow, como el luego actor, realizador y coleccionista de arte Dennis Hopper.
Todos estos materiales
constituyen la base de trabajo para una serie de reinvenciones del happening
que serán interpretadas en presente a lo largo del último mes de la muestra.
Para la realización de esta
exposición se ha contado con la generosa colaboración del Archivo Vandrés, The
Allan Kaprow Estate y la Galería Hauser & Wirth.
Se presentará una reedición en
facsímil del cuaderno de actividad Comfort Zones, editado originalmente en 1975
con ocasión de la exposición original.
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