GALERÍA
BLANCA BERLÍN
C/ Limón, 28
- Madrid
Del 17 de
Enero al 9 de Marzo de 2019
El pasado año Isabel Muñoz fue
invitada a participar en el Festival Planche(s) Contact con el encargo de
realizar un proyecto sobre la ciudad francesa de Deauville, escenario del
festival. Por su cercanía a la costa normanda y la fama de sus carreras
ecuestres, y fascinada por la elegancia y la sensualidad del legendario animal,
Muñoz eligió trabajar en torno al caballo, fusionando su figura con el mar y
también con el ser humano.
No es la primera vez que Isabel
indaga en la relación del ser humano con la naturaleza y con otros animales. En
Álbum de familia, muestra que se exhibió en la galería Blanca Berlín en 2016,
la fotógrafa situó frente a su objetivo a distintos primates, bonobos,
chimpancés, gorilas…a quienes consiguió retratar como el puente que nos une al
resto de las especies, lo más cercano a nosotros mismos.
En esta ocasión la fotógrafa fantasea en torno a la mitología del unicornio, influenciada por su visita al Museo de Cluny de París donde, en numerosas ocasiones, se ha recreado contemplando el tapiz flamenco La dame à la licorne. Ya los vikingos atribuyeron un carácter marino a esta fabulosa criatura, probablemente aprovechando la alta demanda de colmillo de nerval que comercializaban por todo el mundo. En la Edad Media, el imaginario popular centroeuropeo asoció el largo y torneado colmillo del cetáceo al unicornio marino, convirtiéndolo en objeto de numerosas representaciones artísticas en las que aparecía con cuerpo de caballo. La leyenda estaba servida.
En el festival normando, Isabel
prosigue con su exhaustiva investigación sobre el cuerpo y el movimiento como
una forma de comprender el mundo y el origen de nuestro propio linaje. Tras su
a la exposición de Deauville, una niña de 11 años dejó una nota escrita
en el libro de visitas: “Con estas fotos, podrías pensar que los unicornios
existen”.
Parte de las obras expuestas
en “Los
unicornios existen” son
platinotipias. Aunque son difíciles de crear y su coste es alto, las
impresiones en platino constituyen una de las expresiones más ilustres del arte
fotográfico. Su belleza y permanencia hacen que la platinotipia sea una pequeña
joya para los amantes de la fotografía y, como no, para coleccionistas e
inversores. Estas copias se caracterizan por su amplia rendición de tonos, que parte
del negro cálido y se expande en una amplia gama de matices grises, con una
reproducción de luces especialmente sutil. Isabel Muñoz está considerada como
una de las grandes expertas internacionales de la platinotipia. Tras más de una
década de investigación, ha logrado incluir el color en este proceso, lo que
constituye un punto de inflexión en la historia de la fotografía.
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