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sábado, 29 de septiembre de 2018

EL FERNÁN GÓMEZ. CENTRO CULTURAL DE LA VILLA PRESENTA LA EXPOSICIÓN EL PINTOR DE CANCIONES


El teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa produce la exposición El pintor de  canciones, una  muestra comisariada por Javier Panera, que cuenta con la colaboración de La Fábrica Y que podrá visitarse hasta el 11 de noviembre.

La exposición reúne más de 400 piezas sobre diferentes soportes, que incluyen desde fotografía a míticas portadas de discos o comics y que fueron realizadas por  artistas como: Català- Roca, Oriol Maspons, Xavier Miserachs, Pilar Aymerich, Pep Rigol, Alberto García-Alix,  Jorge   Rueda,   Ouka  Lele, Eduard   Oumedes, Juan   Santiso,   Eliseo Villafranca, Nazario, Ceesepe, Montxo Algora, Joan Brossa, Antoni Tàpies, Joan Miró, Antonio Saura, Millares, Equipo Crónica, Genovés, Basilio Martín Patino, Iván Zulueta, Gonzalo García Pelayo, Darío Corbeira, Julio Campal, Fernando Millán, Herminio Molero, Manolo Quejido, Manuel Barbadillo, Elena Asins, Juan Hidalgo, José Miguel Ullán, Francisco Pino...

 
Entre 1948 y 1978, años que abarca la exposición, fueron muchos los creadores (pintores, escritores, cineastas, dramaturgos...) que, tan fascinados por su estética como por su potencial subversivo, integraron en sus prácticas culturales elementos que se relacionan de modo directo o indirecto con los comportamientos, actitudes e iconografías de la música popular, contribuyendo a minar, desde dentro, los pilares de la ya fisurada sociedad española. La cultura popular, particularmente la asociada a la música, se convirtió en una seña de identidad de una juventud rebelde: del Mayo del 68 en París a la oposición a la guerra de Vietnam en EE.UU. y en el caso de España la lucha por la democracia.
 

La muestra se divide en distintos capítulos perfectamente diferenciados:
1.- Una oda a Louis Armstrong y un blues para Joán Miró. vanguardia artística y jazz durante el franquismo y la guerra fría.
2.- Canciones para después de una guerra.
3.- En plena calle y a solo cien metros de la Cibeles. Las matinales del Price (1962-1964)
4.- Cuando España hizo ¡Pop!.
5.- El pop en el campo de batalla. Arte y canción como formas de resistencia
6.- Esta guitarra es una máquina de matar fascistas. Violencia política y activismo artístico.
7.- Informalismo y canción de autor.
8.- Denegada. La censura discográfica durante el franquismo.
9.- Hombres de las praderas vs. hijos del agobio.
10.- Estar (o no) en el Rrollo / Vibraciones underground.
11.- Una escritura para ver, una pintura para leer, una música para pensar…/ una república de poetas.
 


La muestra no podía empezar con una época más adecuada. Tras el oasis cultural de la Segunda República, los dos bandos en liza durante la Guerra Civil mostraron actitudes de rechazo hacia los ritmos de jazz. Para los republicanos se  trataba de  una  música elitista y  burguesa  producida  bajo  la influencia de Estados Unidos; –en 1937 milicianos catalanes clausuraron el Hot Club de Barcelona por considerar el jazz “una música sospechosa de tendencias capitalistas”–; mientras que para los nacionales el jazz era “un sonido chirriante que invitaba al desorden, música “primitiva”, “inmoral” y “salvaje” que, además, había sido “inventada por negros”.

Pero la realidad es que los ritmos negros nunca dejaron de escucharse en España y el jazz siguió siendo la música en la que muchos jóvenes proyectaron sus ansias de libertad, e inagotable fuente de inspiración para poetas y artistas visuales.




Después, paso a paso, las distintas salas de la muestra irán desgranando momentos históricos que fueron  marcados por los movimientos culturales de cada una de las décadas representadas, y especialmente por su música. Desde cantautores como Raymon, Imanol o Elisa Serna al “desenfrenado ritmo del twist en las calles de Madrid, los conciertos del Price o de la Cochambre, o la dorada época del pop y el rock. 



 
Momentos de la historia marcados por una fuerte represión que cada uno combatía a su manera. Si los músicos lo hacía a través de las letras de sus canciones, los dibujantes, fotógrafos y periodistas intervenían a través de sus obras y sus escritos. Así podremos ver portadas de periódicos o revistas, a menudo censuradas e incluso secuestradas antes de poder proceder a su distribución. También están presentes en la muestra algunas de las mejores imágenes del Equipo Crónica, cuyos componentes procedían del colectivo Estampa Popular y cuyo denominador común fue la militancia antifranquista de sus miembros, vinculados en su mayoría al partido comunista. Y por supuesto algunos de los comics y las publicaciones independientes más potentes de la época, como las revista Bang!, o Ajoblanco, y  la impresionante portada de la revista Star.


 
Sin duda estamos hablando de una exposición que encantará a algunos y no tanto a otros, pero que no dejará a ningún visitante indiferente.


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