Contemplum
Segovia Foto
Palacio de Quintanar
En del marco del Festival SegoviaFoto 2016, la fotógrafa Ana Tornel
presentará la serie de ferrotipos al colodión húmedo “Crisálidas” del 18 de marzo al 1 de mayo 2016 en el
Palacio de Quintanar de Segovia.
Observamos con facilidad el gusano y la mariposa,
pero lo que atrae la atención de Ana Tornel es precisamente la crisálida, una
de las fases de mutación más espectaculares que ofrece la naturaleza. Con la
particularidad de que las ninfas de la fotógrafa son humanas, pues nuestra vida
está cuajada de crisálidas, de períodos en los que sufrimos cambios de toda
índole, físicos y psicológicos.
A partir de la adolescencia, etapa en la que se
opera el paso de la infancia a la adolescencia, nuestras crisálidas son esos
estados de duda, de tensión o de conmoción en los que, camufladas tras una
fragilidad aparente, se mueven y oponen fuerzas potentes, a veces violentas,
cuya resultante nos es desconocida de antemano.
La fotógrafa trata igualmente de captar la lucha
casi incesante en la que se enfrentan ánima y materia. Mediante la observación
del cuerpo que posa delante del objetivo, intenta desvelar el espíritu que le
alienta. Esta operación se produce gradualmente, en complicidad y harmonía con
el modelo, que deja de serlo para reafirmarse como persona.
La crisálida viene a simbolizar el trabajo de Ana
Tornel, y esta química efímera que nace entre ella, su sujeto y la técnica del
colodión húmedo. Incluso cuando se domina perfectamente, este proceso es capaz
de imponer su ley al fotógrafo, derribar sus certezas y proponerle otra cosa –
un terreno desconocido, una experiencia inédita. A veces son precisamente esos
incidentes, lejos de la imagen preconcebida, los que hacen que el sujeto
aparezca tal y como es.
.
COLODIÓN HÚMEDO
Se trata de un proceso que se inscribe en los
comienzos de la fotografía. En 1850 el francés Gustave Le Gray lo cita en su
tratado de fotografía y en 1851 Frederick Scott Archer lo publica en la revista
The Chemist. La técnica conoce un gran auge que durará más de treinta años.
Dicho proceso consiste en sensibilizar en un baño de
nitrato de plata una placa de vidrio o metal recubierta de una fina capa de
colodión fotográfico, exponer en una cámara, revelar y fijar la imagen mientras
que el colodión está todavía húmedo, unos quince minutos. Las imágenes así
obtenidas tienen una asombrosa fineza de grano y una ga
A partir de los años 1880, el colodión húmedo se reemplaza
por otros procesos más sencillos de realizar. Pero a mediados de los años 1990
sale del olvido gracias principalmente a fotógrafos americanos. Esta técnica
representa probablemente un contrapunto a la fotografía digital, en la que la
intervención del fotógrafo o del artista se realiza de forma virtual, ya que el
colodión húmedo es un proceso químico y físico, que se puede palpar con la yema
de los dedos.
ANA TORNEL
Tras haber realizado una formación de fotografía profesional en París,
Ana Tornel continúa en esa ciudad su carrera como free-lance.
El descubrimiento del colodión húmedo en 2012 es el trampolín que la
propulsa hacia nuevos senderos de exploración fotográfica. Mediante su
práctica, se distancia deliberadamente de los criterios estéticos en boga y nos
invita a una contemplación diferente de lo cotidiano.
Su obra, que se expone desde hace años en Europa y
América, también aparece regularmente en publicaciones especializadas y libros.
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