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domingo, 17 de agosto de 2014

El siglo XX a través del diario fotográfico de Jacques Henri Lartigue

Hasta el 24 de agosto, en la Sala San Benito de Valladolid
C/ San Benito, s/n 47003 Valladolid


  La Sala San Benito de Valladolid acoge la exposición fotográfica "Jacques Henri Lartigue. Diario de un siglo", hasta el 24 de agosto próximo. La muestra, que consta de 135 fotografías en blanco y negro y el vídeo documental "Le siècle en positif" de 55 minutos,  ha sido organizada por diChroma photography en colaboración con la Asociación de Amigos de Jacques Henri Lartigue del Ministerio de la Cultura de Francia. Las imágenes que se exponen en Valladolid proceden de la Donation Jacques Henri Lartigue de Charenton (Francia), donde volverán una vez finalizada la muestra. El título de la exposición "Diario de un siglo", remite al libro del mismo título publicado por Lartigue en 1970, aunque en la misma se muestran imágenes diferentes a las de aquel.
            Jacques Henri Lartigue (1894-1986) fue un fotógrafo y pintor francés. Nació en Courbevoie, París. Empezó a tomar fotografías cuando apenas tenía 6 años; eran temas principalmente autobiográficos, de personas y actividades que formaban parte de su vida. De niño, fotografió a sus amigos y familia en movimiento –corriendo y saltando, haciendo carreras con cajas de jabón, construyendo cometas, planeadores y avionetas, colgando de la Torre Eiffel, etc.-. Además, fotografió grandes eventos deportivos, incluyendo carreras de coches como la Copa Gordon Bennett y el Gran Premio francés, así como a pioneros de la aviación, como Grabriel Voisin, Louis Blériot y Roland Garros, o a tenistas como Suzanne Lenglen, en el torneo del Abierto de Francia.
            Aunque estos formatos se hayan visto menos, muchas de sus primeras y más famosas fotografías fueron realizadas originalmente como imágenes estereoscópicas, pero Jacques Henri también produjo gran número de fotografías en otros formatos, incluyendo placas de cristal en diferentes medidas, algunos de los primeros autocromos y en película de 2 ¼’’, de 35mm. Su gran logro fueron los cerca de 120 enormes álbumes de fotografías, que componen la mejor autobiografía visual producida hasta la fecha.
            Mientras que en su juventud vendió algunas de sus fotografías, muchas de ellas a revistas deportivas como La Vie au Grand Air, más tarde se centró en su carrera pictórica, con la que se ganaba la vida, aunque mantuvo diarios escritos y fotográficos durante toda su vida. A los 69 años, las fotografías que tomó en su niñez fueron descubiertas por Charles Rado de la Agencia Rapho, quien le presentó a John Szarkowski, por aquel entonces conservador del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, quien le organizó una gran exposición de su trabajo en el museo.
             Poco después publicó un reportaje fotográfico en la revista ‘Life’ en 1963, en un número que, casualmente, estuvo dedicado a la conmemoración de la muerte de John Kennedy, lo que le proporcionó la mayor audiencia del mundo. Su primer libro, ‘Diario de un Siglo’, fue publicado poco tiempo después con la colaboración de Richard Avedon. Desde entonces, innumerables libros y exposiciones en todo el mundo han destacado las fotografías de Lartigue. Continuó haciendo fotografías durante las últimas tres décadas de su vida, alcanzando finalmente el éxito comercial que hasta entonces se le había resistido a un hombre que muchos consideraban poco mundano.
          Aunque fue conocido sobre todo como fotógrafo, Lartigue fue un pintor competente, incluso de cierto talento, que expuso su obra en los salones oficiales de París y en el sur de Francia desde 1922. Fue amigo de numerosas personalidades de la literatura y el arte, como el dramaturgo Sacha Guitry, la cantante Yvonne Printemps, los pintores Kees van Dongen, Pablo Picasso y del artista, escritor y director de cine Jean Cocteau. Trabajó asimismo en la producción de películas de la mano de Jacques Feyder, Abel Gance, Robert Bresson, François Truffaut y Federico Fellini. Muchos de ellos, además, se convirtieron en sujetos de sus fotografías. Lartigue fotografió a todos aquellos a quienes conoció y con quienes estuvo en contacto, aunque sus musas más frecuentes fueron sus tres esposas y su amante de principios de los años 30, la modelo rumana Renée Perle. Hasta sus últimos días siguió trabajando en la fotografía, la pintura y la escritura, legando un archivo de más de 100.000 imágenes, 7.000 páginas de sus diarios y 1.500 pinturas. Terminó sus días en Niza, el 12 de Septiembre de 1986, a la edad de 92 años.

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